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1- Plan de Abonado de la Vid
Este artículo pretende dar las directrices para la realizacion de un plan de abonado de la vid. Para conocer las dosis y los tipos de abono es mejor visitar el post sobre Recomendaciones Abonado Viña. Dosis de nutrientes por Ha.
La fertilización de la vid tiene por objetivo asegurar un nivel de nutrientes en el suelo que permita el crecimiento de la vid y la producción de uva de buena calidad.
2- La fertilización de los cultivos se centra en los macronutrientes.
Macronutrientes: Nitrógeno (N), fósforo (P2O5) y potasio (K2O); la necesidad de micronutrientes se detecta en los análisis o en la aparición de carencias.
Nitrógeno
En la viña, las aportaciones de N deben ser moderadas, ya que una disponibilidad alta de N puede provocar un crecimiento vegetativo excesivo, lo cual afectaría la calidad de la vendimia debido a maduraciones incompletas, aparición de hongos de la podredumbre, etc.
Se establece como máximo anual una aportación de 40 unidades fertilizantes (UF) de N por hectárea, pero la cantidad anterior podrá llegar hasta 60 UF de N/ha por año en caso de que la fertilización se efectúe con fertilizantes orgánicos, ya que la asimilación del N por parte de la planta es más lenta.
Potasio
Un exceso de potasio (K2O) en el suelo puede inducir una elevación del pH del mosto, con los consiguientes riesgos de vendimias poco ácidas; se deben realizar aportaciones sobre la base de las necesidades de la variedad y de los análisis foliar y del suelo, con el fin de evitar problemas microbiológicos y de estabilidad durante el proceso de elaboración del vino.
Para conseguir y mantener unos niveles adecuados de nutrientes, se aplica un abonado de fondo antes de la plantación y un abonado de mantenimiento durante toda la vida productiva de la plantación.
3- ¿Cómo se diseña un plan de abonado para la vid?
Se recomienda diseñar un Plan de abonado que determine:
• Época y calendario de aplicación.
• Dosis de elementos nutritivos.
• Forma de aplicación.
• Tipo y características del abono.
La realización del Plan de abonado debe considerar:
- Nivel de nutrientes existentes en el suelo; es recomendable realizar periódicamente un análisis de los macronutrientes (principalmente P2O5, K2O y materia orgánica).
- Crecimiento y estado nutricional de la planta: se puede determinar el seguimiento haciendo análisis foliares.
- Extracciones anuales dependientes de la cantidad de uvas producidas.
- Características del suelo que determinan la movilidad de los nutrientes y la capacidad de absorción por la planta.
- Aportaciones efectuadas por otras vías (agua de riego).
Los análisis foliares y los análisis de suelo son herramientas básicas para determinar el plan de abonado viña y para ejecutar el seguimiento del estado nutricional de la vid; estos análisis permiten valorar la respuesta de la planta al abonado aplicado y corregir desviaciones.
En cualquier caso, es recomendable realizar periódicamente análisis foliares (cada 3-5 años) siempre que no existan problemas nutricionales evidentes que convenga determinar para corregirlos.
Sin embargo, hay reglamentaciones (por ejemplo, Viticultura integrada) que pueden exigir realizar los análisis foliares y de suelo más a menudo.
El plan de abonado viña se debe realizar por cada parcela que reúna condiciones agronómicas, de variedad y portainjerto, y características de suelo y microclima homogéneas, es lo que se conoce como Unidad Homogénea de Cultivo (UHC).
El suministro de nutrientes se llevará a cabo prioritariamente por el suelo y se reservarán los abonos foliares para los casos de carencias evidentes, que necesiten un tratamiento correctivo puntual.
No se aplicarán abonos orgánicos o minerales en momentos o con sistemas que puedan suponer una contaminación directa de la uva.
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Ingeniero Técnico Agrícola. UPV.
Colegiado nº: 2413
Especializado en Viticultura.
Gerente de Viveros Barber.