Durante los últimos años en España hemos empezado a escuchar con más frecuencia la palabra enoturismo. Un término que aún no encontramos en la RAE, y que en la web de Enoturismo de España, enoturismodeespaña.es, se define como la “Modalidad de turismo basada en desplazamientos a entornos vinícolas, con el propósito de conocer, disfrutar y compartir experiencias en torno a la Cultura del Vino”
Por tanto, encontramos una variante del turismo, que tomó presencia en nuestra sociedad en los 80, que se centra en conocer la historia y la cultura de distintas zonas vitivinícolas, en conocer las bodegas y sus viñedos, y que nos brinda la oportunidad de degustar vinos y visitar bodegas, incluso las mismas parcelas de donde proviene la uva.
Algunos casos de bodegas que ya han puesto en marcha este tipo de proyectos los encontramos por ejemplo en Mas Martinet, mítica bodega de El Priorat, donde se hacen catas de los vinos en cada viñedo correspondiente. O también en Priorat podemos conocer el Celler de Scala Dei, la bodega más antigua de esta D.O. donde incluso, en algunos casos, podremos disfrutar del placer que supone catar vinos de la Cartoixa de Scala Dei datados de 1975.
Pero el enotusimo, no solo va ligado a degustar las rutas vino y a visitar bodegas, sino que va más allá: visitas de los viñedos a caballo, o en bicicleta; o incluso, para los más atrevidos, apreciar la belleza de los viñedos y la extensión de una Denominación de Origen concreta desde el aire montado en un globo aerostático.
Además el enoturismo no se limita al público adulto si no que muchas bodegas ofrecen actividades para todas las edades en las que puedan participar familias enteras. Así, las bodegas Albet i Noya, de la D.O. Penedés, o Cellers la Vinyeta, de la D.O. Empordà, entre muchas otras, invitan a las familias a participar de la vendimia, a encontrar a sus equipos de trabajo y conocer esta realidad de cerca.
Otras bodegas proponen alojamiento entre las viñas, con fabulosos paisajes para que los visitantes disfruten del romanticismo y la tranquilidad de sus campos. Por último, hay bodegas que ofrecen visitas más técnicas donde explican la viticultura y enología que siguen. Una actividad apta y recomendable para gente inquieta con ganas de elaborar sus vinos.
Por eso, cuando hablamos de enoturismo, hablamos de una nueva forma de turismo implantada desde hace algunas décadas en otras regiones vitivinícolas y que se ha convertido en un pilar muy fuerte de las bodegas emprendedoras, como puede ser el caso de Napa Valley, en California, considerada como el origen de esta variante de turismo que une enología y viticultura.
En España, podemos ver, que poco a poco, el enoturismo va tomando peso, prueba de ello es el nacimiento de la Asociación Enoturismo de España que agrupa un gran número de bodegas de todas las Denominaciones de Origen y que cuenta con nombres tan conocidos como Viñas del Vero, Marqués de Murrieta, Freixenet, Codorniu y Ramón Bilbao entre muchas otras.
Con esta iniciativa se pretende crear una mayor presencia en la red y dar a conocer las actividades enoturísticas de las bodegas españolas y la gastronomía a un gran público deseoso de profundizar en el mundo y la cultura del vino.
